Empresas Red...

sábado, 17 de mayo de 2008

En la clase del viernes, cuando Roxana explicaba la última teoría de la organización “Empresas Red”, me recordaba de mi madre. ¿Por qué se preguntarán todos? Pues ahora les cuento. Resulta que mi mamá hace algún tiempo se afilió a una empresa de medicina natural. Una señora que le hace masajes quiroprácticos le recomendó inscribirse y así fue. Al poco tiempo la señora la llevó a la empresa y la afilió. El mecanismo de esta empresa es que los miembros lleven nuevas personas y así van obteniendo un porcentaje en las ventas. Es decir, ellos siempre ganan, pero todo depende de la eficacia en ventas de cada persona. Además les dan incentivos a los clientes. Premian al vendedor del mes, es decir, la persona que más producto ha vendido, hacen rifas de bonos en efectivo y de mercadería.

Entonces, esta institución resulta pertenecer a la empresa red, porque es flexible. Las personas afiliadas son preactivas, capaces de desenvolverse en cualquier situación. Además se pone en práctica el término que Roxana mencionaba en clases, “CLUSTERS”, pues esta empresa ha ido formando alianzas en diferentes sectores. Hay muchas personas que van fuera de San Salvador, para comercializar el producto. Mientras que hay otros que han establecido sus propios negocios y otros que en negocios que ya tenían establecidos han insertado estos productos.

Todos en esta empresa están bajo el modelo “win-win”, que mencionábamos en clases, pues todos ganan. Los porcentajes de ventas están divididos, en la manera en que a todos les queden ganancias.
Aquí les dejo un video que encontré en la red, de una empresa que está construyendo redes con otras organizaciones, para tener mayor demanda...


Una aventura que no olvidaré!


Les cuento que el pasado miércoles 14, emprendí una aventura que no olvidaré. El maestro de Periodismo nos llevó al río Sumpul, en Chalatenango. El motivo era la celebración del 28º aniversario de la masacre que hubo en ese lugar.

El viaje empezó desde muy temprano, a las 5:30 a.m. nos reunimos en la universidad. El recorrido fue muy largo. Pero la hora llegó, a las 8:30 nos encontrábamos en el cantón El Zapotal. La caminata iba a empezar. Eran tres cerros los que había que bajar, para llegar hasta el lugar de la celebración. Realmente, ese recorrido no lo sentí, hasta cantando iba. Quizá el único miedo que sentía era el de caerme, pues habían unas veredas muy feas. Al fin llegamos, la misa ya había empezado. Descansamos un ratito, para empezar a hacer entrevistas.

El tiempo pasó muy rápido. La hora de regresar había llegado. A la 1: 00 p.m. emprendimos un nuevo camino. Lo que nos esperaba era muy duro. A medida fuimos avanzando, nos fuimos agotando. El sol debilitaba mucho. Hubo momentos en los que nos sentábamos a descansar, pues sentíamos que ya no dábamos un paso más. En uno de esos descansos, fue que nos separamos con Brian y Marce. Me sentí muy mal, pues habíamos prometido no separarnos.

Al llegar a un cerco de piedras, nos alegramos, pues habíamos terminado esa gran caminata. Eran las cuatro pasaditas, cuando llegamos al lugar donde nos había dejado el bus. Me sentía alegre, pues había cumplido ese reto. Realmente el viaje al Sumpul fue una gran aventura que no olvidaré.